Xavier Galindo nos acogió
en plena noche como en nuestra propia casa. Quedamos maravillados por
el enorme cielo estrellado que había sobre nuestras cabezas. Nos
aviso de la presencia de hienas en la zona, aunque estábamos tan
cansados que era difícil prestar atención a los diferentes animales nocturnos que paseaban por la zona.
Hacia un año que no
veíamos a Javi, en ese tiempo construyó un centro de salud, dos
casas, otro pozo y dos lavabos. Además había mejorado las defensas
para las plantas de Artemisa. Todo ello con la ayuda de los
voluntarios y la gente de Murithabe favoreciendo la economía local.
A las 7 de la mañana ya
había cola en el centro de salud, la gente venia hasta de Senegal
buscando ayuda en Javi debido a que no podían pagarse el hospital.
Había muchos casos de problemas de piel, flemones, contusiones,
quistes y algunos casos de enfermedades de transmisión sexual.
En Murithabe repartimos 15
mosquiteras, más otras 80 que fueron retenidas por AirEuropa y que
finalmente pudimos recuperar.
Visitamos los hogares de
la gente del poblado y censamos a una parte de la población, también
tuvimos oportunidad de visitar la escuela coranica en el momento del
rezo alrededor de una gran hoguera. Pudimos ver a todos esos niños
con los que habiamos pasado la tarde realizando un taller de pintura
repitiendo versos del Coran escritos en unas tabletas de madera, una
imagen para no olvidar.
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